Crónica de un bioconteo entre las riquezas del Olaya Herrera

Día I

Por: Daniela Ortiz y Juliette Tatis*

Era el sábado 27 de agosto cuando llegué a la terminal de transporte de Cartagena. El día apenas comenzaba a despuntar con los rayos del sol, un día parcialmente nublado pero con el tráfico en funcionamiento, como es usual en la ciudad. En la terminal, me reuní con estudiantes, profesores y personas de algunas organizaciones, todos nos subimos en bus hacia el mismo destino: la Institución Educativa Fe y Alegría Las Américas, ubicada en el barrio Nuevo Paraíso que pertenece a un sector muy grande del oriente de la ciudad (Olaya Herrera).

Foto: Fundación EcoProgreso
Foto: Fundación EcoProgreso

Nuevo Paraíso es un barrio con calles estrechas y casas ubicadas estrictamente una al lado de la otra con excepción de algunos caños que dejaban entrever pequeñas áreas de maleza. Nos reunimos allí con algunos habitantes de la Unidad Comunera de Gobierno #6 (UCDG6), conformada por algunos barrios de Olaya (Fredonia, Nuevo Paraíso y Villa Estrella) y el Pozón, para llevar acabo el primer bioconteo de la Ciénaga de la Virgen.

Fuimos divididos en 7 grupos de trabajo, mientras las personas llegaban se crearon conversaciones hasta que el primer sonido del micrófono llamó la atención de todos. Hablaron los organizadores del bioconteo: Maristella Madero, líder de la Fundación Social; Jorge Giraldo, representante de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ); Viviana Mourra, directora de la Fundación Ecoprogreso y finalmente Juan Felipe Mesa, coordinador de proyectos de Ecoprogreso.

Un bioconteo es una actividad, que se lleva a cabo para hacer ciencia ciudadana, en la se explora un ecosistema o un área y los participantes registran los elementos de la naturaleza de modo que puedan generar un informe acerca del número, la extensión y la profundidad de la fauna y la floral para concientizar, informar y generar sentido de pertenencia entre las personas que viven cerca o entre el ecosistema, explican en la Fundación Social[MCVM1] .

¿Por qué se eligió la UCDG6? Porque son los barrios próximos a los canales que a la Ciénaga de la Virgen: el canal Lacayo, canal Fredonia o canal Calicanto viejo, y canal Calicanto Nuevo.

Luego de que explicaran el cronograma del día del bioconteo, los líderes de cada grupo mostraron las herramientas a utilizar para el registro: una máquina con un embudo para medir la turbiedad del agua, un tubo para medir la profundidad, unos binoculares para observar las aves y unas redes para poder estudiar a los peces e insectos.

Entre los participantes estaba una estudiante de psicología en la universidad de Comfenalco. No quiso que se mencionara su nombre, pero contó que estaba ahí porque le interesa mucho que esto ayude a las comunidades y a la naturaleza. "Simplemente me gusta y quiero ayudar, así sea dando un pequeño granito de arena".

Foto: Fundación EcoProgreso
Foto: Fundación EcoProgreso

Día II

Más de 60 personas nos reunimos en el Instituto Fe y Alegría y nos dividimos en los grupos para asegurar que el bioconteo tuviera un cubrimiento completo y sencillo. Cada grupo tomaría una ruta distinta. Los participantes: miembros de la comunidad -niños y adultos de cada barrio de la UCDG6-, estudiantes de Biología de la Universidad de Cartagena y ayudantes de la Fundación Social.

Con dos binoculares por grupo, dos redes, una cámara fotográfica y 3 planillas para para realizar el conteo especificando cantidad de individuos, nombre común, nombre científico y observaciones adicional emprendimos la marcha hacia los puntos más cercanos a la Ciénaga: los canales Calicanto Nuevo y Lacayo, yo partí en este último.

Para hacer más sencillo el conteo, mi grupo decidió dividir el trabajo en dos, algunos contarían la flora mientras que los otros se concentrarían en la fauna. Los biólogos estaban particularmente emocionados por todas las especies que podían encontrar, pero la contaminación marcó sus caras con tristeza, puesto a que pesar de que nos encontrábamos a por lo menos 1 kilómetro de distancia de la invasión más cercana, la cantidad de desechos sólidos y residuos y de quemas con carbón eran impresionantes.

En la planilla de fauna aparecieron algunos pocos cangrejos y mariposas, pero en su mayoría estuvo compuesta por aves, desde piguas (Milvago chimachima), mariamulatas (Quiscalus mexicanus), gavilanes (Accipiter nisus), hasta garzas reales (Ardea cinerea), garza blanca (Ardea alba), martín pescador común (Alcedo atthis), ibis, tórtolas e incluso vimos espátulas rosadas (Platalea ajaja) y muchas otras aves realmente hermosas. En la planilla de la flora quedó registrado un dato decepcionante: sólo encontramos un mangle rojo y estaba bastante deteriorado.

Llegamos hasta el final del recorrido, y era mágico ver cómo la ciudad se conectaba a través de la Ciénaga. El señor Juan, líder comunitario y ambiental del barrio de Fredonia, se detuvo un minuto a apreciar el paisaje y le pregunté cuál era la problemática de fondo que afectaba al manglar. Él me explicó que eran dos puntos: por un lado, estaba el hecho de que el mangle está siendo talado ilegalmente para la producción de carbón del que gana sustento mucha gente. Por otro lado, las invasiones -sumado a la contaminación - en el área han producido estancamientos de agua que no se vuelve a conectar con la Ciénaga y por eso se terminan proliferando mosquitos y virus.

El bioconteo fue una oportunidad de descubrir el ecosistema del manglar desde dentro y tener datos acerca de la riqueza de la fauna y la flora que prolifera gracias a la Ciénega. Esta actividad cobra aun mayor sentido al ser realizada con las comunidades locales. No se limitó a la exploración científica de la diversidad biológica de la zona, sino que sirvió también como un espacio para la sensibilización y el reconocimiento de los seres que directa o indirectamente se relacionan con ese ecosistema.

Pero esta actividad sólo es el primer paso de un largo proceso del proyecto de la Fundación Social en la línea de medio ambiente e innovación social, según comentó Maristella Madero.

Foto: Fundación EcoProgreso
Foto: Fundación EcoProgreso

Para ella, la actividad fue un éxito y la información recogida fue procesada y tabulada en forma de cartillas y un informe. Las cartillas están próximas a ser entregadas a los interesados. El informe está disponible en la página de Facebook "Red de Conocimiento: Comunidades, clima y ecosistemas", comentó.

Los resultados fueron socializados el 26 de noviembre con las personas de la UCDG6 para el reconocimiento y concientización del valor eco-sistémico de los canales y la ciénaga. De acuerdo con Madero, la información debe seguir socializándose para lograr un mayor entendimiento.

Gracias a este proceso, se pudieron recolectar soluciones pensadas por los integrantes de la comunidad que buscan proteger y valorar las zonas estudiadas. A partir de estrategias de innovación, la comunidad ideó alrededor de 15 propuestas ambientales que serán estudiadas por la Fundación Social para llevar acabo las tres más sostenibles.

Así mismo, se están realizando actividades complementarias como un conteo únicamente de aves migratorias en la zona que se llevó a cabo el 24 de febrero de 2017. Según Jorge Giraldo (representante de GIZ) se espera repetir el bioconteo dentro de seis meses o un año para verificar si hubo cambios, como nuevas especies, aumento de mangles o cuerpos de agua más limpios, a partir de la gestión y propuestas sociales realizadas por la comunidad.

*Semillero de comunicación ambiental Yuca Pelá.


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