Cuidar el agua, la teta por donde mama la vida

"Los ojos de agua son la teta por donde mama la vida", dice un proverbio indígena.
Hoy muchos ojos se han sumado a los ojos del agua para intentar salvar esa teta que da vida. En la COP16 se discute la importancia de prestar más atención al agua dulce en el convenio global de biodiversidad.
El agua recorre y baña, conecta las montañas con el mar, riega, siembra, acoge y nutre.
"El agua no es solo un recurso, sino que involucra a todos los animales que viven en él y que el agua sostiene. El agua es la que sostiene toda la selva, por ejemplo, pero al ser transversal tiene la atención del marco de biodiversidad difuso", dice María Luisa Piñeiros, representante de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En los salones de negociación se discute sobre el agua dulce intentando llegar a acuerdos. "Estamos pidiendo que se incluya un desagregado en las metas del marco de biodiversidad sobre el agua dulce de manera que la convención Ramsar de protección de humedales, por ejemplo, tenga un plan de trabajo concreto para juntarse a las metas de biodiversidad", señala Piñeiros.
Además, piden que se reconozcan las contribuciones de las comunidades para el monitoreo basado en agua.
Poner el agua dulce específicamente en el texto es importante, pues el agua es la que garantiza la vida y el hecho de que esté en el texto da pie para que haya acciones específicas para protegerla y a los ecosistemas que integra. "Hay que pensar en metodologías distintas que tenga en cuenta las interconexiones del ciclo hidrológico, porque el ciclo hidrológico está super interconectado", enfatiza.
En el Informe Planeta Vivo 2024, lanzado durante la COP16, World Wildlife Fund (WWF) alertó que las poblaciones de especies de agua dulce son las que han sufrido el mayor declive en los últimos 50 años, con una caída del 85 por ciento. De ahí la importancia de incluir indicadores de agua dulce cuando hablamos de proteger 30% de tierra agua y mares y de pensar en el agua no solo como un recurso aislado sino en relación con otros ecosistemas.
"El 80 % de las especies del mundo dependen del agua dulce para su supervivencia en algún momento de su ciclo de vida, pero se pierde 3 veces más rápido que los bosques por la degradación", alerta Piñeiros. Y enfatiza en que al hablar del agua hay que pensar más allá del recurso y hablar de las especies que viven ahí: peces, anfibios, aves… "Es un compuesto no solo de agua sino de sedimentos y especies vivas".
Piñeiros llamó la atención sobre situaciones que ya estamos viviendo: "Nos estamos quedando sin agua, como en Bogotá, Chile, Lima, Montevideo que han tenido recientes crisis de agua", dice. Bogotá, por ejemplo, está enfrentando racionamientos por la sequía que ha impactado a los ecosistemas de páramo que abastecen a la ciudad y en Montevideo ya tuvieron que acudir a plantas desalinizadoras para abastecer a la población. Lima y Santiago, por su parte, llevan años luchando por garantizar el suministro de agua. Esto está ocurriendo en el continente que tiene el 23% del agua dulce del planeta.
Flavia Rocha, funcionaria de The Nature Conservancy considera que la clave en la protección del agua dulce está en la integración. El agua fluye y viaja por distintos ecosistemas. Por eso debe estar integrada en su manejo a la biodiversidad y debe ser manejada desde una perspectiva integradora transfronteriza, pues las cuencas, como el Amazonas, trascienden los límites entre los países.
"Hay que acercar políticas de agua dulce y ecosistemas acuáticos en la actualización de la política pública", dice. "Hay que identificar en la política los ecosistemas prioritarios en la adaptación al cambio climático e integrar las aguas en esto", añade.
Colombia es miembro fundador del Fresh Water Challenge, una iniciativa lanzada por varios países en la conferencia de Naciones Unidas del Agua en 2023 que busca restaurar y conservar ecosistemas de agua dulce degradados en el mundo. Tiene la meta de restaurar 300.000 kilómetros de ríos degradados y 350 millones de hectáreas de humedales degradados.
Su vez, Colombia incluyó la gestión del agua como un eje central del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Gustavo Petro (2022-2026). "El Plan Nacional de Desarrollo hace un compromiso claro para solucionar los conflictos socio ambientales, muchos de ellos producidos por el no reconocimiento del agua como derecho fundamental y bien común", dice información del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
En el Plan Nacional de Desarrollo, el agua se convierte en uno de los ejes centrales del ordenamiento territorial y en pilar fundamental del plan para cerrar las brechas y aumentar las oportunidades para repensar el territorio teniendo el agua como centro ordenador, explican en la entidad.
"Si no se ordena el territorio alrededor del agua, la actividad humana no será sostenible. El respeto por el agua, sus ciclos y los ecosistemas, nos llevará a que Colombia sea un territorio mejor adaptado a los cambios del clima, con la provisión de los beneficios necesarios para el bienestar de la población y de una economía próspera", explica Carolina Díaz Giraldo, directora de Ambiente y Desarrollo Sostenible del DNP en la página web de la entidad.
Se acerca el fin de la cumbre. Las negociaciones se tensan. El agua sigue andando a la espera de que las decisiones de los negociadores corran tras de ella.
Texto y foto: María Clara Valencia. Cali, Colombia.