Se hizo la luz

15.08.2020

En la pantalla se ve un destello. La oscuridad se hace pequeña y crecen las sonrisas de los que celebran. Un brillo se abre camino desde adentro.  

En medio de la oscuridad de estos tiempos, la esperanza resplandece.
En medio de la oscuridad de estos tiempos, la esperanza resplandece.

Cuando la noche cae se prende la luz... primero es un bombillo que regresa los colores. Luego se enciende el computador y de la pantalla sale nueva iluminación. Una vez el zoom se enciende empiezan a brillar las sonrisas de los amigos felices de verse, brillan los comentarios amorosos, brillan las anécdotas del adentro que iluminan la oscuridad que predomina afuera.

La luz se abre entre las buenas noticias: estamos todos sanos, alguien ha conseguido un nuevo trabajo que ilumina la esperanza laboral y también la de quienes serán atendidos con diligencia y con afecto.

Brilla la vida en compañía aunque cada uno siga en casa, a la espera. Brillan las copas entre los reflejos turquesa de los brindis a distancia que van abriendo las palabras entre el cristal, las conversaciones. Se iluminan los cariños manifiestos, el camino del que se conecta tarde pero finalmente llega.

Y entonces dos de los rostros desaparecen de la pantalla. Ellos hacen un solo cuadro, pero ya no están. Su marco se vuelve negro. Domina un silencio atento, nervioso. Hasta que observamos un resplandor...

Y desde el fondo vemos aparecer una imagen guardada entre una bolsita blanca, arrullada por las aguas, conectada por un hilo que viaja desde su ombligo. Saca la mano, saluda y se mueve entre pataditas diminutas, tamaño kiwi o pollito.

Y entonces ya no brillan los bombillos, ni los cuadritos de los demás. Hay una sola luz que nos atrae a todos, una luz que se hace grande, que impone sus formas, sus tonos, sus sonidos de pum pum. La luz nos convierte en sonrisa, en imaginación, en esperanza, en celebración. Con esa luz brillamos todos de alegría.

Desde ese cuadro del zoom se irradia la vida y todo resplandece ante la esperanza del que viene en camino. Ante su brillo la oscuridad se hace diminuta, insignificante.

Vemos la chispa de un pequeño a lo lejos, que primero fue frijol, después limón, ahora es kiwi y más tarde será manzana, sandía, melón, guanábana enorme sana y deliciosa.

Al otro lado del computador, vemos un albor que crece. Y celebramos...

Más de una decena de amigos-tíos festeja mientras centellea la esperanza que se abre paso. Se ha hecho la luz, viene en camino... la esperamos.  

Texto: María clara Valencia

Foto: www.bbc.com

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